artroscopia

Cirugía

artroscópica

La especialización y experiencia del equipo de iQtra permite una atención integral en las diferentes especialidades de la traumatología. Desde hace 25 años nuestro equipo quirúrgico opera mediante artroscopia todas las lesiones de rodilla, hombro, cadera, tobillo y codo que son abordables con esta técnica mínimamente invasiva. La cirugía artroscópica se realiza a través de dos incisiones de aproximadamente 1cm. de longitud. A través de ellas se introduce una cámara y el instrumental necesario. El cirujano visualiza el interior de la articulación en una pantalla y realiza las acciones necesarias para reparar los daños a través de estos dos pequeños portales.

Las ventajas para el paciente son enormes. La duración de la cirugía es menor, la anestesia que se emplea en muchos de los casos es anestesia local en lugar de anestesia general. Tampoco se cortan estructuras musculares o tendones, de modo que se preservan estas estructuras internas, hay menor sangrado o inexistente, menor dolor… Todo ello redunda en una cirugía más rápida, un ingreso hospitalario más corto y menor necesidad de medicación, así como una recuperación más rápida.

cadera

Cadera ·  Choque femoroacetabular (Impingement)

Esta anomalía empieza a manifestarse en la mayoría de los casos como un dolor inguinal y, en menor frecuencia, en la región trocantérea, glúteos o en la cresta ilíaca. El dolor se presenta durante o después de la práctica deportiva o bien al levantarse después de estar un tiempo sentado (tras una conducción larga, por ejemplo).

También puede manifestarse como una lenta pérdida de la movilidad o del juego de la cadera, a veces sin dolor alguno. Se estima que afecta al 15% de la población. El diagnóstico y tratamiento precoz del choque femoroacetabular evitaría el 70% de las prótesis de cadera en pacientes jóvenes. El equipo de iQtra Medicina Avanzada aborda y trata esta patología mediante artroscopia desde hace aproximadamente una década.

rodilla

Rodilla

El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla, entre el fémur y la tibia, con forma de “C” o semilunar. Nuestra rodilla está compuesta por dos meniscos. El situado en la parte de fuera de la rodilla se llama externo y el situado en el lado contrario, interno o medial. Su función es amortiguar la articulación entre el fémur y la tibia, así como aumentar su congruencia, ya que la forma tibial no se corresponde con la femoral. De esta manera se distribuyen mejor las cargas y se estabiliza de manera más eficaz la rodilla. Los meniscos se rompen, habitualmente, cuando la rodilla sufre una torsión. Existen también las roturas degenerativas. Las roturas de menisco se reparan mediante artroscopia, bien suturando el menisco o bien retirando el fragmento roto. Cualquiera de las dos técnicas quirúrgicas las realizamos mediante esta técnica quirúrgica.

 

Los ligamentos de la rodilla son las “cuerdas” que unen al fémur con la tibia, hacen que funcione como una bisagra y podamos caminar, correr y hacer giros.

– Ligamento colateral medial (LCM), evita que la rodilla se doble hacia adentro. 

– El ligamento colateral lateral (LCL), evita que la rodilla se doble hacia afuera.

– Ligamento cruzado anterior (LCA), seguramente este sea el más conocido. Es muy común que futbolistas y esquiadores sufran la rotura de este ligamento. Este impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur y aporta estabilidad para que la rodilla pueda rotar.

– El ligamento cruzado posterior (LCP). Trabaja junto con el ligamento cruzado anterior e impide que la tibia se deslice hacia atrás por debajo del fémur.

En la actualidad, la reparación de cualquiera de los ligamentos se realiza mediante artroscopia, bien sea por una rotura (parcial o completa) o por una distensión (estiramiento excesivo).
Nuestro equipo médico cuenta con una larga y amplia experiencia en diversas técnicas para la reparación de los ligamentos. En la actualidad, adaptamos cada cirugía al caso específico del paciente y proponemos un protocolo de recuperación individualizado.
hombro

Hombro

La artroscopia nos permite una óptima visibilidad con un mínimo traumatismo en los tejidos blandos. Hoy en día es imprescindible en el tratamiento de la mayor parte de las lesiones de hombro. Todas las técnicas quirúrgicas de hombro, asociadas a un programa de fisioterapia y recuperación avanzada, adaptado a cada patología y a cada paciente, nos permiten conseguir resultados espectaculares en intervalos de tiempo que hasta hace poco, eran impensables.

Algunas de las patologías más comunes que resolvemos son:

El manguito rotador es un tendón común formado por los cuatro músculos que rodean la articulación del hombro. Se encarga de la rotación de la articulación, acoge la cabeza del húmero (de forma esférica) en la concavidad de la escápula para permitir los movimientos de la extremidad a la vez que colabora en su estabilidad. Un traumatismo, una caída o la contracción súbita de uno de los músculos rotadores pueden provocar un desgarro. Los síntomas principales son el dolor intenso y la pérdida de movilidad. Lo más eficaz tanto en el alivio del dolor como en la recuperación funcional es la reparación quirúrgica, con cirugía artroscópica.

 

La capsulitis de hombro se produce cuando el tejido conectivo que rodea la articulación se inflama de manera crónica y/o inespecífica. Ello provoca el engrosamiento y el endurecimiento de la cápsula articular. Se manifiesta con dolor y pérdida de movimiento, síntomas tan severos que complican las actividades rutinarias e incluso el sueño. Se recomienda la cirugía si el tratamiento no quirúrgico no es efectivo. En iQtra se realiza mediante artroscopia para recuperar un rango de movimiento completo.

La gran cantidad de músculos y tendones que rodean al hombro junto con los huesos que forman la articulación, lo convierten en una articulación con facilidad para la luxación. Esta sucede cuando la cabeza del húmero (forma de bola) que encaja en la escápula, se sale. Puede ser parcial o completa, en cualquier caso produce dolor, inestabilidad e impotencia funcional, poniendo en riesgo también a los músculos y tendones que lo rodean. En iQtra, realizamos una exploración, pruebas diagnósticas y anamnesis a conciencia. Existen muchos factores como la edad o si es una lesión recurrente, que van a determinar el tratamiento propuesto. Puede ser una reducción de la luxación o una cirugía artroscópica reparadora para disminuir la tasa de recurrencia.

codo

Codo y brazo

La epicondilitis o “codo de tenista” consiste en una inflamación de la inserción de los tendones del antebrazo en el hueso del codo. Provoca dolor en la cara externa del codo acompañado de impotencia funcional en movimientos que requieran fuerza en la mano. Existe un protocolo de actuación que comienza por medidas conservadoras. Antes de recurrir a la cirugía, empleamos infiltraciones locales con factores de crecimiento que, de un modo más natural, estimulan la formación de nuevo tejido. Como último recurso, la intervención quirúrgica: con anestesia local y a través de una incisión de unos 3 cm. en el codo, estimulamos la cicatrización del tendón.

 

El nervio cubital es uno de los que recorren el brazo desde la clavícula hasta el dedo meñique, a través de la cara interna del brazo y por debajo del codo. Este nervio es muy importante en el control de los pequeños músculos de la mano que permiten movimientos meticulosos. El atrapamiento del nervio cubital ocurre cuando este se ve comprimido o atrapado. Según la intensidad y el tiempo del atrapamiento se recomienda fisioterapia, tratamiento con antiinflamatorios e infiltraciones antes de recurrir a la cirugía. El abordaje quirúrgico se realiza mediante artroscopia para efectuar la descompresión nerviosa.

Es un trastorno que se debe al estrangulamiento de los vasos sanguíneos del antebrazo. Sucede cuando la fascia muscular que envuelve las fibras no da de sí lo suficiente para dar cabida a un músculo que se dilata y se tensa en exceso debido a los esfuerzos repetitivos que se requieren en la práctica deportiva o en el movimiento en cuestión. La mayoría de los casos acaban precisando cirugía para eliminar definitivamente el problema. Además, es la mejor vía para recuperar la funcionalidad que se tenía antes de la lesión.

La cirugía consiste en la apertura de las fascias musculares que envuelven los músculos excesivamente desarrollados y que ya no caben en su envoltorio original. Se trata de una operación que tan solo requiere mini incisiones y anestesia local del brazo. De esta manera, el paciente puede reincorporarse a la actividad laboral, profesional o deportiva a los pocos días.

mano

Muñeca

La cirugía artroscópica en muñeca precisa de un material de menores dimensiones que el que se utiliza en el resto de articulaciones. Ha supuesto un gran avance, pues se pueden reparar lesiones muy comunes a partir de dos incisiones muy pequeñas.

Esta técnica supone que es una cirugía menos agresiva que la tradicional cirugía abierta, que implicaba más riesgos y una recuperación más lenta.

Algunas de las lesiones que podemos resolver son Túnel carpiano, Fractura de muñeca o Rotura de ligamentos.